2º Bach. L
El pasado día 20 de Octubre, algunos alumnos de nuestro instituto asistimos a la representación teatral de La Gaviota de Chéjov, en el teatro Talía.
Es una comedia en cuatro actos de Antón Chéjov escrita en 1896; es la primera de las que son generalmente consideradas las cuatro obras maestras del dramaturgo y escritor ruso. Se centra en los conflictos románticos y artísticos entre cuatro personajes: la ingenua Nina, la anteriormente gloriosa actriz Irina Arkádina, el dramaturgo experimental Konstantín Tréplev, hijo de Irina, y el famoso escritor Trigorin.
La noche de estreno de la producción fue un sonado fracaso. Vera Komissarzhévskaya, actuando como Nina, estaba tan intimidada por la hostilidad de la audiencia, que perdió la voz. Chéjov abandonó el patio de butacas y pasó los últimos dos actos tras bastidores. Cuando sus partidarios le escribieron que la producción fue un éxito, asumió que sólo intentaban ser amables. Cuando Konstantin Stanislavski la dirigió en una posterior producción para el Teatro de Arte de Moscú, la obra triunfó y ha seguido triunfando hasta nuestros días, un siglo después.
Con respecto a nuestras críticas, ha habido algunas de acuerdo con las de aquel estreno en San Petesburgo en 1986, y otras muy positivas:
"Nunca antes había oído hablar de Chéjov. No he leído nada suyo y no había visto ninguna representación teatral de algunas de sus obras hasta el jueves pasado. No sé si fue por el gran trabajo de los actores en la representación, por el argumento de la obra o por la suma de estos dos factores, pero me fascinó.
Pienso que es digno de admirar el trabajo que ha realizado el director y el esfuerzo de los actores representando una obra de este calibre. La han sabido adaptar a cien minutos de duración prescindiendo del entreacto, aunque yo creo que deberían haberlo respetado, para remarcar mejor el paso del tiempo entre la primera y la segunda parte del drama.
La escenografía y el vestuario de los actores se adecuan muy bien a la época y el tipo de sociedad contemporáneos de La Gaviota. Además, su forma de actuar provoca que te adentres en la obra desde el primer hasta el último minuto.
A pesar de todo, el gran mérito lo tiene Chéjov al haber escrito La Gaviota. Pese a que los actores lo hicieron muy bien, están dando vida a una obra maestra, que es la que se tiene que llevar todo el mérito. Creo que la clave de que el argumento sea tan bueno es que mezcla algunas escenas propias de comedia, ya que son de humor y risa, con algunas propias del drama, género característico de esta obra, como puede ser el desamor, la infelicidad, los engaños o incluso la muerte de uno de los protagonistas.
En resumen, puedo decir que esta obra ha sido una de las que más me ha gustado ver representadas en un teatro. Y, además, verla en el Talía todavía ayuda más. Creo que ir a verla me ha ayudado a conocer un poco más a Chéjov y me he animado a leer alguna de sus obras en el futuro."
Marina Borredá Ricart, 1º Bach. L